Un cuento antiguo

Septiembre 20 del 2009

Y sigo aquí, con mi trasero aplastado en un sofá, respirando mierda, esta mierda de medio ambiente en el que estamos, esta mierda que si no estuviera moriríamos, esta mierda que al mismo tiempo nos mata.
Ding-dong, ¿Quien viene a arreglarme esta tarde rota?
Hola Andrés, Andrés es mi novio, el que arregla el rompecabezas de mi cabeza, el que compone mis días rotos, el que llena mis días de café, de aromas, de un susurro queriendo decir sentimientos. Feliz mes; feliz día me dijo como saludo, feliz día nene; hoy era otro de nuestros tantos días que cumplíamos mes, un mes de compartir sueños, metas y mucha mierda, otro más.
¡Celebremos muñeco! Tráeme un vaso de vodka y mucho jugo de naranja, celebremos sintiendo el alcohol en nuestra sangre, celebremos con humo azul, celebremos con un cigarrillo mientras nos tomamos un café y vemos las surrealistas nubes, celebremos sobrecargándonos de café, celebremos con una sobredosis de nubes, celebremos sintiendo aquel mar que no tenemos.
Fuimos a caminar al parque, a sentir los árboles, a sentir que seguían vivos, a sentir el azul del aire. Todo es azul, se vive azul, se siente azul, se respira azul. (...).


Este ha sido otro de tantas hojas, medio bañadas en café, con letra ilegible.

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