Realidad subjetiva

Quiero escapar, hoy la ciudad me agobia, ¿se puede volar? ¿puedo dejar fluir mis necesidades kinestésicas?¿Escuchar con los ojos, oír con las palmas de las manos y ver con los oídos? El insensato afán de vivir se escabulle de mi, ¡no deseo descansar! Antaño veía lejano el reposo, ahora siento que se ha sosegado el ánimo en mi alma, la carrera, mi cuerpo yace en paz ¿eso es lo que muchos desean? Se supone que esa es una de las tantas búsquedas constantes, no... ¡NO! No lo deseo de ese modo ¿o tal vez siempre lo quise de ese modo más observar la realidad me abruma?. Revolotean en mi cabeza pensamientos ajenos a mi esencia. ¿O en mi cabeza revolotea una esencia ajena a mis pensamientos?

Colombia: Colombia tierra amada que nunca cambia Cuando siento tu dolor me lleno de rabia. Las personas están erróneas al pensar que tu mi amada Colombia eres solo desgracia. Colombia, Colombia tu no traes consecuencias malas a mi existencia estoy orgullosa de hacer parte de tu esencia. Tu ángel de la guarda. Todos los niños tienen un ángel de la guarda un ser maravilloso que nos acompaña. Este amado espíritu que siempre está con nosotros lo manda el rey de las alturas nuestro señor. Este angelito nunca lo vemos pero no significa que no esté con nosotros. Cuando estamos a punto de verlo se esconde en los copos de algodón que se encuentran en el firmamento Pero también hay otro ser que nos acompaña Si no que esta la podemos palpar y también ver Esta persona te dice que camino seguir Es la persona que te enseña a vivir El limerick Era un perrillo de campo Fiel y atento a su amo Acostado sobre un lecho de hojas Anhelaba su vida en la ciudad Pues este perrillo aunque era fiel y atento, er

-¿Cómo se encuentra aquel? -¿Quién ese pequeño pedazo de mí? -¿Cuál otro mujer? ¿por qué otra cosa le preguntaría? - Ay sí, habla de él, claro ahora el tiene más relevancia que yo, muchos seres han recordado mi existencia porque tuve una calamidad con él, pero de un modo u otro aquel desgraciado ha de servirme de algo, me sirvió para aclamar cierta atención que falta le hacía a mi vida. Aunque no, esa atención no era necesaria, no la quería... De hecho la rechazaba, toda una vida fui apartada de ojos atentos y ahora por ese ínfimo trozo de ser soy objeto de preocupación, cuidados y mimos innecesarios queridos y rechazados a la vez. Pero bueno usted no me pregunto por como me sentía con respecto al pequeñín, me preguntó por él así que me dispondré a contestar; mejor, ese pequeñito problemático se está portando más amable, ¡já! es que yo le dije que si seguía en esa tónica en la cual estaba lo iba a ignorar y el muy cobarde entonces decidió ser bonachón, decidió ceder el insensible. -No