Mi bitácora de vida

Jueves 24 de Junio del 2010
8:07 P.M
Café & Boutique

Que inexorable situación, esta impotencia ante mi inevitable devenir, aquel Apeirón, aquel sentimiento-Kriptón...
Verídico es aquello, de que en esta época de mi existencia todo es un hervidero de emociones, un brote de conceptos, un día a día lleno de continuos retos.
Que curiosa situación, esta adolescencia vejes que yo misma me he planteado y me consume, me atrapa; he podido evitar la monotonía que abrumaba mis días, pero esta edad prematura no he podido combatirla.
La existencia se me pierde tras una cortina de años subjetivos, ¿El concepto del tiempo es relativo (Conocimiento, recuerdos, momentos) ? ¿Sí? Pues en realidad este hecho me abruma, aborrezco, detesto hacer de esta ideología mi epicentro, mi vida.
¿Que necesidad? ¿Qué pensamiento me ha hecho evitar los sentimientos? Voy a crear una balada para un loco; para aquella loca sentada en un café... ¿Locura? Y aquí viene otro concepto, muchas veces llamamos locura a la genialidad porque no la sabemos entender. ¿No me sé entender? ¿O simplemente exagero y estos pensamientos son efemérides? En realidad no sé en concepto de nada, no encuentro una tesis de vida y.. ¡Que curioso, me encanta!
Así llego a una conclusión, a la misma conclusión a la que llego cada vez que me cuestiono, me "autorefuto" y me contradigo, que suele pasar constantemente... Aquella conclusión es simple: ¡Carpe diem!


Una "mujer" en un café.

Comentarios

  1. Cabe mencionar que suspiramos en voz baja mirándo una vela cuya llama crece y desfallece de a pocos.
    La habitación es la vida misma y la vela es el tiempo. Quedarse quieto es la opción del pueblo, caminar a tientas es la opción del loco. Igual, a todos el tiempo nos acontece distinto y nos araña la piel con diferente tempo.
    ¡Carpe Diem et Noctem!
    Carpa, días y no sé que mas. ¡Circo, a vida es circo en torno a un vacío contínuo!
    Caemos, caemos como Altazor.
    Aprendamos a caer.

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