Retomando la bitácora. Jueves, Octubre 17 del 2013 - Sábado, Octubre 19 del 2013


Jueves, Octubre 17 del 2013.

Empezaré nuevamente este ejercicio que suspendí desde hace más de medio año. Este ejercicio que eventualmente, si no es que ya lo hace, resultará estúpido y extenuante. Bueno, y ajá, y hoy qué... Hoy leí lo que era mi hoy hace seis meses, y bueno, tal vez eso alimenta un tanto mi alma, creo que por fin se han emancipado de mí los pensamientos pueriles, el drama absurdo y la nostalgia sin sentido, tal vez he visto realmente qué es llorar con un motivo y por eso ahora, estoy más tranquila. Estos meses han sido extraños, han pasado muchas cosas, me asusta lo volátil de los días, me asusta lo efímero de las efemérides y bueno, es extraño, pasa el tiempo y creo que crezco, me asusta también sentir que ocupo un tiempo al que no pertenezco, tal vez creo tener una edad que no es mía. Pero bueno, ahora ocupo esta posición y me asusta que me llegue a asustar pero, por ahora, me siento feliz.
Sé que estoy feliz porque estoy escribiendo "felicidad" en mis letras, porque volví a escribir, porque sé que cuando este no sé qué bonito se apodera del teclado es porque algo raro, pero bueno, habita en mí. Espero que dure, por favor, espero leer esto en unos meses y saber que mi vida no ha vuelto a aunarse al caos.


Viernes, Octubre 18 del 2013.

El eterno retorno...


Sábado, Octubre 19 del 2013.

Empíricamente se comprueban los planteamientos de mi filósofo de cabecera. El sueño y la inconciencia llevan a la intermitencia de los días, de la vigilia, de lo tedioso de los días. Hoy, me he subsumido en la miel dulce de la esperanza y he caído en los brazos de morfeo por más de doce horas y así creo que continuarán las horas de esta tarde. Tal vez la procrastinación pasará la cuenta de cobro en el momento de enfrentarme ante las execrables responsabilidades académicas pero hoy, hoy necesito precisamente sumergirme en la esperanza, dormir, dormir, dormir, no despertar, dar tregua.
Me recargo y continúo, no voy a dejar que, como siempre lo hacía, me venza y, cuando hablo de ese que intenta doblegarme, hablo de mí, no dejaré que yo me venza, soy fuerte y sigo, tomo fuerza y vuelo. Pero hoy, hoy soy cobarde y duermo.
Pero algo sucede, es como si el día me cobrase, hace un calor infernal allá afuera, que hace que acá adentro, muy adentro, hiervan las venas. El calor se cala en la cobija, en la almohada, el ventilador espira calor y yo, no puedo desligarme de tan extenuante sensación.
No importa, seguiré durmiendo.

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