Más inconformismo
Pues sí, y así
No más, sin más
Más y más letras
Borbotones de panoramas, asideros de conocimiento.
Se refugia en el saber
Se excusa en las hojas desplegadas
Y salen pliegos de insensateces
De barbaridades, de sandeces.
Se escuda en el misticismo del erudito
El pasado se hace presente
La acción se vuelve precio
La rendención está en no morir.
Ahí converge todo
En el drama de no morir
Rapsodia a la vida, cuento de hadas
Conocimiento como vida perenne, como eternidad.
Partidaria es de la necesidad
De elaborar teorías en pro de la defensa de la ficción, de la vida
Defensa del suplicio de los días
Metafísica de seguridad.
Ortodoxia, ídolos, ingenuidad
Todo se conjuga y llega al sinsentido
Se elogia la historia, se excusa el pasado
La empresa empieza: ¡teorías de lo absurdo!
Años de proyectos
El rostro de la decepción
El exilio de la insistencia
¡aparece el rechazo de la solidez!
Se despierta
Ve la historia, las sectas, las guerras
Con el reciclaje de citas
Sucumbe la fe.
Despierta, se estrella
Ante sus ojos aparece el desencanto
El brebaje de términos sabe mal
El desasosiego arriba en las laderas del conocimiento..
Cosificación, fechitización
Mercancía a nivel filosófico
Las antinomias del pensamiento
¡Matamos las ideas con la ideología!
El armazón se cae
La gran estructura estática sucumbe
Los proyectos, el ideal del sabio
Se desmorona ante lo execrable humano
Espejismo, fantasmagorías
¡El valor de cambio del saber!
Me harta, sí, ya hay primera persona
Me harta la ambigüedad evidente de la -supuesta- sabiduría.
Quid pro quo
De la sabiduría por el fanfarroneo
Falso y deformado rostro del pensamiento
Lo onírico del letrado
¡La pesadilla del presente!
Cae el sueño del progreso
La promesa de avance cae ante las guerras
Los libros no sirven ante el hambre.
¡Y todos los términos utilizados son endebles!
¡Y todo lo blasfemado es deliberado!
Vomito sobre el dogma del encantamiento de la teoría
Quien olvida el verdadero funcionamiento de la vida.
No sé si quejarme más o hacer, precisamente ahora debería estar haciendo un trabajo y la gente afuera se sigue muriendo de inanición y yo frente a mis libros y mi computador.
No más, sin más
Más y más letras
Borbotones de panoramas, asideros de conocimiento.
Se refugia en el saber
Se excusa en las hojas desplegadas
Y salen pliegos de insensateces
De barbaridades, de sandeces.
Se escuda en el misticismo del erudito
El pasado se hace presente
La acción se vuelve precio
La rendención está en no morir.
Ahí converge todo
En el drama de no morir
Rapsodia a la vida, cuento de hadas
Conocimiento como vida perenne, como eternidad.
Partidaria es de la necesidad
De elaborar teorías en pro de la defensa de la ficción, de la vida
Defensa del suplicio de los días
Metafísica de seguridad.
Ortodoxia, ídolos, ingenuidad
Todo se conjuga y llega al sinsentido
Se elogia la historia, se excusa el pasado
La empresa empieza: ¡teorías de lo absurdo!
Años de proyectos
El rostro de la decepción
El exilio de la insistencia
¡aparece el rechazo de la solidez!
Se despierta
Ve la historia, las sectas, las guerras
Con el reciclaje de citas
Sucumbe la fe.
Despierta, se estrella
Ante sus ojos aparece el desencanto
El brebaje de términos sabe mal
El desasosiego arriba en las laderas del conocimiento..
Cosificación, fechitización
Mercancía a nivel filosófico
Las antinomias del pensamiento
¡Matamos las ideas con la ideología!
El armazón se cae
La gran estructura estática sucumbe
Los proyectos, el ideal del sabio
Se desmorona ante lo execrable humano
Espejismo, fantasmagorías
¡El valor de cambio del saber!
Me harta, sí, ya hay primera persona
Me harta la ambigüedad evidente de la -supuesta- sabiduría.
Quid pro quo
De la sabiduría por el fanfarroneo
Falso y deformado rostro del pensamiento
Lo onírico del letrado
¡La pesadilla del presente!
Cae el sueño del progreso
La promesa de avance cae ante las guerras
Los libros no sirven ante el hambre.
¡Y todos los términos utilizados son endebles!
¡Y todo lo blasfemado es deliberado!
Vomito sobre el dogma del encantamiento de la teoría
Quien olvida el verdadero funcionamiento de la vida.
No sé si quejarme más o hacer, precisamente ahora debería estar haciendo un trabajo y la gente afuera se sigue muriendo de inanición y yo frente a mis libros y mi computador.
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