Grito ahogado.



Estar colgado de la muerte, esperar a que suceda, esperar el momento
Cada día es un deshacerme, desmembrarme, desconfigurarme
Cada día es un añorar más el pasado y anhelar más el futuro
¿Qué hay del hoy? Me abruma tanta fe.

Mis días me desgarran, me rompen, me descuartizan
Me mutilan el espíritu, me maltratan, fracturan los huesos frágiles de mis inseguridades
Y mientras tanto la niña se abraza, intentando amparar sus ojos ensangrentados
Más la nostalgia que la embarga socava hasta la más nimia parte de sí.

Y ahí aparece el grito ahogado, la mano que asfixia
Ahí está quien rasga las delgadas cortinas de la esperanza
Ahí está quien fracciona ilusiones y evoca el olvido
Vidrios en el piso, pies descalzos.

Sigue apareciendo el miedo
Sigue deshaciéndose la esperanza
Sigue reconfigurándose la angustia
Sigue el torbellino de caos.

Y mientras tanto envuelta en llanto
Me desplomo frente a mi irrevocable fin
Y acepto mi inexorable destino
Me entrego al desasosiego.

Y aparece frente a mí la abominable comedia del engaño
Y si gritase mi nombre ¿alguien acudiría a mi ayuda?
¿Quién más si yo no puedo? ¿Quién podrá socorrer mi alma?
¿Quién me hará emancipar del vacío que me llena?

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