Yo lo busqué

Y ahora sí mi destrucción es real
Yo lo busqué, con ansias pedí dolor
Y he aquí, frente a mí,
El caos que aclamaba.

Ya no lo quiero, sí, no lo quiero
Quiero que se vaya
Que se esfume entre mis lágrimas
No quiero deshacerme

Lloro, grito,
Siento como se desdibujan los días
Como si todo fuese una abominable comedia
Como si todo fuese irreal.

¿A quién puedo pedir ayuda? ¿A quién si yo no puedo¡
Me odio, me odio, me odio, me odio, me odio, me odio
Y repetirlo tiene un efecto sanador, me odio porque lo merezco
¡No puedo con la calma! ¡Me queda grande la paz!

Bendito aquel que no sucumbe ante el elixir del deseo
Bendito aquel que controla sus impulsos
Bendito aquel que aquieta el ímpetu del pecado
Bendito aquel que sabe quién es.

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