El fin, ese "hubiese podido ser"

¿El final? Claro, excusas. Resulta absurdo sonreír, celebrar, alardear y acongojarse por un día más de una miserable vida. Sí, pero estamos constituidos por incoherencias y gozamos en las celebraciones de tradiciones banales. Así que me sumo a esa cadena de absurdos y mi pecho se llena de sentimiento. Segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y al fin un año, una vuelta de sol, una conmemoración de la supervivencia. Hoy extrañamente me siento feliz, hoy algo ajeno pasa por mi pesimista cabeza y sí, hoy me uno a ese misticismo mágico de la nostalgia, la añoranza, la alegría y la fe en que tal vez algo puede ser mejor.

Solo queda sonreír, sonreír por lo vivido y llorar por lo que no fue. En este momento en que todos suelen hacer un balance de sus vidas viene lo que a mí me gusta denominar el “hubiera podido ser”. Es un tiempo que no se encuentra ni en el pasado lejano, ni en el futuro anhelado y mucho menos en el efímero presente. Ese hubiera podido ser está en las decisiones no tomadas, en los posibles futuros creados por un no presente, en las oportunidades desperdiciadas o por el contario, en las que se tomaron, en todo lo que es y “hubiese podido ser” y no fue. La vida, quiérase o no, está constituida por innumerables juegos de ensayos y errores y, en la toma de una decisión está casi siempre la renuncia de otra.

Todo acto es renunciar a una posibilidad; si me voy por este camino es imposible tomar el otro, si encuentro este trecho que se bifurca tengo que escoger entre derecha o izquierda, si voy para acá no puedo ir para allá, si escojo, renuncio. Siempre se espera tomar la mejor decisión, siempre se quiere llegar al ideal. Yo, por mi parte, siento que he tomado los caminos idóneos, que en mi selección de rutas he ido por la ruta favorable y que sí, estoy donde debería y quiero estar. Me siento feliz y repleta de amor, de incoherencia y de caos. Pero, de eso se conforma mi maravillosa inexistencia; de las continuas angustias sin motivo y de amor, amor, amor. Feliz año o como sea, felices momentos, hoy siento que puedo creer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Diarios de viaje: Cali, Colombia - Montañita enero 2017

Foránea de mí

El "hubiese podido ser" I parte.