Epitafio

I.
Quiero dejar de una vez por todas este yo que me aqueja
Trémulos pasos, voz cansada
Sangre roja, tinta negra
Y me deshago en una hoja de papel.

II.
Paola, Paola y mil y un veces Paola
No atiende a ese llamado mi nombre
No acude a mi grito
No se encuentra en mi espejo.

III.
¿Quién es esa extraña que aparece en mi reflejo?
¿quién ha de ser el ente ajeno de mi morada?
Epifanía de mi desrealización
Hoy es el día de los vasos vacíos.

IV.
Calor, sudor, sabor a muerte
He buscado mi encuentro y he fallado
Se escucha la execrable risa de esa máscara
Las sombras danzantes del edén.

V.
No sé dónde buscarme que no lo haya hecho ya
Corre la niña, salta al ruedo
Rueda sangre a borbotones, sin fin
Es presa de su silencio

VI.
¿Cuándo dejaré de ser para convertirme?
Presa del tiempo, esclava de mí
Me desdibujo de este lienzo
Solo bastidor, solo óleos sin pintor

VII.
Una jauría de lobos enviste mi pecho
Miedo, dolor, oscuridad
Castillos, laberintos, máquinas de muerte
Erzebeth Báthory sus lacayos y toda su perversión en el hueco donde debía estar mi corazón.

VIII.
Azul, azul teñido de negro}
Rojo lujuria
Naranja fuego
Angustia, pasado y melancolía.


Siempre no será nunca.

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