Su padre; Ninguno, y su madre; Trivial, lo bautizaron bajo el nombre de "Nadie", no le quedaba para nada mal.
Nadie salía e intentaba revelarse a las calles, estaba iracundo con la vacuidad de los días, pero él le hacia total honor a su nombre, y todos sus allegados; la calle, la vida, el firmamento y la dicha, ignoraban, o bueno, no sabían de su presencia.
La única amiga que tenía Nadie era la Calma, más de tanto compartir con ella, se aburrió de su lazo, su puente. Un día decidió revelárselo, y tras de esa información tan fuerte, le reveló también un magno sentimiento, le dijo que había quedado prendado absolutamente de Desasosiego, Calma por poco pierde su nombre, se salió de sus estribos.
Nadie envuelto en pánico pidió clemencia; no me mates Calma, dijo, que no desee otorgarle más mi compañía no significa que no sea grata su presencia. No se ofusque, trate de hacer caso omiso a mis desvaríos. Hágase compinche del Caos, otórguele de su ser, él la entretendrá más que yo.Ahora me voy, dejando un reguero de nada sobre éste sentimiento sembrado, me voy, dejándole la oportunidad de ser.
Calma se fue, jamás volvió, y Nadie en soledad quedó.


(Su historia no duró mucho, Nadie su vida finalizó, tomando una dosis mortal de vida que le dio la señora Alguien. Ningún ente se dio cuenta de su fallecimiento. Tuvo una muerte honorable).

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