Las letras ya no sirven
Sin tan solo hubiese cables conectados a mí cerebro, trasmitiendo en letras exactamente lo que siento. Mierda, los sentimientos, por su naturaleza misma, se sienten no se expresan. La magia de las letras no logra tanto como se supone. No es tan sencillo solo sentarse a manifestar e ilustrar el dolor, la alegría, la nostalgia, el ímpetu, las ganas, la muerte, la vida del alma. Pero es el único medio, no hablo, no digo, no manifiesto por mis labios lo mismo que manifiesto con la tinta sobre el papel. Y ni aquí puedo ser absolutamente libre, nunca puedo ser absolutamente libre. Siempre hay algo que me aqueja, que me absorbe en las mañanas y me deshace en las noches. Siempre hay nostalgia, siempre hay tristeza del ayer y desesperanza por el mañana. Nunca hay hoy, nunca… Siempre ganas de más, siempre pidiendo más, obteniendo cada vez menos. Solo no me lleno, ni desayunando, ni almorzando, ni comiendo, ni viviendo, ni sufriendo, ni amando… Nunca me lleno de amar, nunca me llena por comp